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Mi nombre es Guillermo Vicente y voy a servirte de guía en este viaje de aprendizaje que es la iniciación a la pintura de tinta o sumi-e. Antes de seguir voy a confesarte que mi intención no será tanto enseñarte a pintar con tinta china como despertar en ti dos capacidades innatas: tu creatividad y tu potencial interior. En el caso de la creatividad me refiero a recuperar esa manera de afrontar la vida que tenemos cuando somos niños.

Hasta los seis años nos relacionamos con los demás y con nuestro entorno sin prejuicios ni autocensuras. Cuando somos niños nos apasiona descubrir cosas nuevas cada día. La curiosidad incentiva nuestra creatividad y nos permite crecer experimentándolo todo. Sin creencias impuestas, sin frenos, sin límites…  Pero un buen día, en mi caso, el profesor de dibujo me dice: “¿Pero qué haces?, No te salgas de la línea con el color. Pero, por qué te sales de la línea…”

Afortunadamente ya no necesito el permiso de nadie para salirme de la línea. Confío en que tampoco tu me lo pidas a mi.

Es solo un ejemplo de la forma en la que los prejuicios, los estereotipos, en definitiva, la sociedad, nos ha cortado las alas de la imaginación para impedirnos explorar el mundo, y con él nuestras propias capacidades. ¿Piensas que exagero un poco?

Cuantas veces hemos oído en nuestra niñez una voz dentro de nosotros mismos que nos decía “es que tu no saber pintar” o “a ti no se me da nada bien dibujar”.

Así que desde ya te animo a que la dejes a un lado del camino cualquier duda. Me comprometo a despertar con la ayuda del pincel y de la tinta tu creatividad y con ella esa otra capacidad a la que también me refería antes: tu potencial interior.

Hace no mucho tiempo, en una de las clases online estaba con una maravillosa alumna, Cristina, haciendo un ejercicio de bambú que consistía en pintar 6 ramitas y poner a cada una después una hoja en cada una. Cuando terminamos le pregunté: cuál de las hojitas te gusta más y por qué.

-”La última…, es la que me ha quedado mejor”.

– Dudando por la sonrisa que esbozaban mis labios me dice “a ti ¿no?“

-En silencio pero sin dejar de sonreir le negué con la cabeza y al fin le dije, Cristina, la sexta está bien, pero a mi la que me gusta más es la tercera.

-“Pero… si la tercera me la he saltado, en la tercera ramita no he pintado ninguna hoja…”

-“Por eso. Esa hoja mantiene intacta su esencia, toda su potencialidad.

Al final nos reímos juntos.

La práctica del sumi-e exige un poco de técnica, un mucho de persistencia (es decir, repetición) y otro tanto de autoconocimiento; es decir, de exploración interior y crecimiento personal.

Te mostraré la técnica de los monjes pintores y de los letrados, te ayudaré a descubrir los principios de la estética zen, pero, sobretodo, voy a mostrarte el camino para despertar no solo tu creatividad y sino, sobretodo, tu potencial como ser humano.

El arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es sin duda una oportunidad para desarrollar nuestra sensibilidad, artística e intelectual. Pero será la práctica de una disciplina tan humilde y aparentemente intrascendente como el sumi-e, la que te permitirá poner en valor tu conducta ética y moral.

Como he dicho ya en repetidas ocasiones, “convertido en una forma de expresión íntima y sensible por los antiguos pintores letrados chinos, la pintura de tinta fue elevada a la categoría de pintura meditativa por los monjes japoneses budistas zen¨.

“Su práctica diaria te ayudará a atemperar tu espíritu, canalizar tus emociones y comprender tu estado de ánimo”.

“El sumi-e te ayuda a recuperar la paz interior, a reducir el estrés, y a darte ese tiempo y ese espacio que tanto nos hacen falta. Te permitirá practicar la meditación activa, reconciliarte contigo, con la naturaleza que te rodea y con el universo del que formas parte”.

Y no me cansaré de repetirlo mientras pueda.

Y, si me lo permites, termino con la lectura de un breve párrafo extraído del libro Hijos del cielo y de la tierra en que vivimos:

“Puedes ser sensible sin necesidad de romperte en pedazos, recuperar tu ingenuidad sin parecer idiota; disfrutar de la vida, quererte como nunca lo has hecho y abrazar las cosas pequeñas, aunque ya no tengas seis años”.

El libro solo puedes hojearlo o pedirlo aquí: www.mismamente.es

Confío en que con el tiempo también tu descubras ese camino de armonía y serenidad a través de la tinta, el agua y el pincel.

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