Hijos del Cielo y de la Tierra en que vivimos
“Hijos del Cielo y de la Tierra en que vivimos” es el sugerente título del nuevo libro de Guillermo de Vicente.
Ciento cuarenta y cuatro páginas con las que disfrutar de una lectura que te permitirá reencontrarte contigo mismo y con el mundo que te rodea.
En medio del caos y de la incertidumbre, solo nos queda cantar a la vida (tal como hacían los literati de la dinastía Tang) y cuidar de la tierra en que vivimos.
Guillermo de Vicente
Más de 100 poemas y textos muy breves que te ayudarán a recuperar la sensibilidad perdida, a practicar la introspección, ejercitar la compasión, aprender a fluir y evitar el desconsuelo.
A mantenernos en armonía en medio del caos y del desconcierto, a serenar nuestro espíritu, blindarnos ante la estupidez, la impulsividad y la soberbia. En definitiva, a encontrar y apreciar la belleza natural de la vida.
Durante demasiado tiempo, los seres humanos hemos estado más preocupados por controlar el mundo que por sentirnos parte de él.
mismamente.es
Recuperar la serenidad es imprescindible para sentirnos en armonía con nuestro entorno, pero sobretodo con nosotros mismos.
La lectura de “Hijos del cielo y de la tierra en que vivimos” nos ayuda acompasar nuestro estado de ánimo con el de la Naturaleza, como hacían los antíguos pintores y poetas chinos de la Dinastina Tang, nos permitirá atemperar nuestro espíritu y redescubrir el verdadero propósito de nuestra existencia.
El sosiego que nos aporta la lectura de unos textos tan breves y límpidos como sorbos de agua de manantial, puede contribuir a serenar nuestros corazones y apaciguar nuestras mentes.
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En medio del ruido y del desconcierto en que nos sentimos inmersos, “Hijos del Cielo y de la tierra en que vivimos” es un pequeño paréntesis, aparentemente sin pretensiones; una semilla que su autor siembra de manera discreta junto a nuestros corazones para que, al crecer dentro de nosotros como dice en uno de sus textos, nos ayude a “superar miedos, salir de la tristeza, evitar la angustia, apaciguar la ira, dejar atrás los lamentos” y, sobre todo, a “descubrir lo que sientes, saber lo que quieres, soñar lo que anhelas”. Lo dicho, agua fresca. Disfruta cada sorbo.
Si deseas hojear algunas de sus páginas, pedir un ejemplar dedicado y firmado por el autor puedes hacerlo a través de su web: mismamente.es
Gracias.
efrainvillegas
Es verdad, nos hemos ocupado mas en controlar el mundo que en controlar nuestra loca mente, se le ha dado mucha importancia al deseo, a sabiendas que este genera dolor, pero tambien hemos visto como el “hombre” a encontrado formas de sobrellevar este mediante las drogas y otros formas, vivimos en un planeta que cada dia está mas cercano a colapsar por el uso indiscriminado de sus recursos no renovables y de ocupar los mejores lugares para asentameitnos “humanos” libros como este son pequeñas apotaciones para un despertar pero no son suficientes mientras el deseo desenfrenado por aparentar opulencia nos llevara a un caos casi irreversible. No hay muchas salidas pero siempre hay esperanza en que pequeñas gotas de cordura nos cambien para bien.