Rocas de los eruditos en una fuente zen
La pintura de rocas es un motivo habitual en la práctica del sumi-e. Los antiguos pintores letrados, al caminar solían tropezarse con rocas de diferentes morfologias. Al sentirse sorprendidos por su presencia y cautivados por su apariencia y personalidad, acostumbraban a considerarlas como iguales. Precisamente, de esa relación de amistad entre iguales, surge la denominación…
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